El Señor de la Guerra.
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El Señor de la Guerra.
Gleord bajó la vista aliviado al comprobar que nada paranormal estaba ocurriendo,allí estaba su caballo, no le había puesto nombre, por cierto, pues no lo consideraba necesario, ya que todo el mundo sabía que ese era SU caballo, y de todos modos, el se entendía a la perfección con dicho animal.
Una Sombra se elevaba de nuevo el el Este, los Orcos se multiplicaban como put*s hormigas, los Hombres, todos los hombres, se mostraban intranquilos...y él había sido convocado por Elrond, Señor de Imladris, su pariente, por lo cual debía acudir.
Nadie había salido ha despedirlo, por cierto, nadie excepto una persona, un Elfo, mejor dicho...
-Adiós, Gleord, viejo amigo-dijo Círdan, estrechando a éste en un fuerte abrazo, algo inusual, ver a dos Elfos estrechándose las manos, menos aún abrazandose-te deseo suerte en tu viaje, y que los Poderes guíen tus pasos.
Gleord no dijo nada, pero agachó un poco la cabeza, en signo de asentimiento.Montó en su caballo, susurrandole al oido, como acostumbraba a hacer.El caballo relinchó excitado, sabedor de la inminente cabalgata.
-¿Qué ruta seguirás?-dijo Círdan con una sonrisa, con esa pregunta le obligaba a hablar.
El jinete suspiró.
-Seguiré el camino hacia el Este, hasta llegar a la Comarca, pues tengo entendido que allí se encuentra Mithrandir, es un aniversario, según creo.Más tarde pararemos en Bree, donde nos reuniremos con Elessar, y de allí hasta Rivendel.
-Singular escuadrón el vuestro...Un Elfo, un Mago y un Montaraz...-el de los Puertos Grises comenzó a reir-siempre fuiste un elfo singular, Gleord.
Cirdan se acercó a su amigo.
-Cuidate, Gleord.
Gleord bajó la cabeza, y sonrió
-Y tu, Cirdan, viejo lobo, deberías pensar más en tu seguridad que en la mía.
Dicho esto susurró algo a su caballo y este salió disparado,piafando, rumbo a La Comarca.
bueno... de momento me basto yo solo como Master xD que todos vayan poniendo algo y como llegan a Imladris... y que alguien borre el otro Topic, por favor...
saludos, mortales
Una Sombra se elevaba de nuevo el el Este, los Orcos se multiplicaban como put*s hormigas, los Hombres, todos los hombres, se mostraban intranquilos...y él había sido convocado por Elrond, Señor de Imladris, su pariente, por lo cual debía acudir.
Nadie había salido ha despedirlo, por cierto, nadie excepto una persona, un Elfo, mejor dicho...
-Adiós, Gleord, viejo amigo-dijo Círdan, estrechando a éste en un fuerte abrazo, algo inusual, ver a dos Elfos estrechándose las manos, menos aún abrazandose-te deseo suerte en tu viaje, y que los Poderes guíen tus pasos.
Gleord no dijo nada, pero agachó un poco la cabeza, en signo de asentimiento.Montó en su caballo, susurrandole al oido, como acostumbraba a hacer.El caballo relinchó excitado, sabedor de la inminente cabalgata.
-¿Qué ruta seguirás?-dijo Círdan con una sonrisa, con esa pregunta le obligaba a hablar.
El jinete suspiró.
-Seguiré el camino hacia el Este, hasta llegar a la Comarca, pues tengo entendido que allí se encuentra Mithrandir, es un aniversario, según creo.Más tarde pararemos en Bree, donde nos reuniremos con Elessar, y de allí hasta Rivendel.
-Singular escuadrón el vuestro...Un Elfo, un Mago y un Montaraz...-el de los Puertos Grises comenzó a reir-siempre fuiste un elfo singular, Gleord.
Cirdan se acercó a su amigo.
-Cuidate, Gleord.
Gleord bajó la cabeza, y sonrió
-Y tu, Cirdan, viejo lobo, deberías pensar más en tu seguridad que en la mía.
Dicho esto susurró algo a su caballo y este salió disparado,piafando, rumbo a La Comarca.
bueno... de momento me basto yo solo como Master xD que todos vayan poniendo algo y como llegan a Imladris... y que alguien borre el otro Topic, por favor...
saludos, mortales
Nost- Veterano superviviente de las guerras findecanas
- Mensajes : 40
Fecha de inscripción : 11/11/2008
Edad : 30
Localización : Barad Eithel
Re: El Señor de la Guerra.
La mañana se presenaba hermosa, lucía con calma, la calma que precedía a la tempestad.
Aniram se desperezó como pudo. Demonios... otra vez Belgarath, su lobo, se le había dormido encima
-¡Espabilate, Belgarath! Dijo la semielfa.
Un enorme lobo gris claro se incorporó majestuosamente, sus ojos dorados se posaron en su dueña.
-Hoy salimos hacia Imladris... no quiero pasar una noche más en estos desiertos parajes del Antiguo Reino de Angmar, me da escalofríos escuchar las maldiciones de los espiritus de las brujas que aun moran en estas cuevas.... Declaró Aniram, ajustándose el arco, a la esppalda, así como sus puñales y su espada.
-Vamos amigo, larguémonos de este lugar maldito...
El lobo emitió un suave aullido. Ella supuso que sería de aprobación.
-Enga... aligerando.
Ambos. Semielfa y lobo emprendieron el descenso de la montaña en la que se habían refugiado para dormir la noche anterior.
Aniram se desperezó como pudo. Demonios... otra vez Belgarath, su lobo, se le había dormido encima
-¡Espabilate, Belgarath! Dijo la semielfa.
Un enorme lobo gris claro se incorporó majestuosamente, sus ojos dorados se posaron en su dueña.
-Hoy salimos hacia Imladris... no quiero pasar una noche más en estos desiertos parajes del Antiguo Reino de Angmar, me da escalofríos escuchar las maldiciones de los espiritus de las brujas que aun moran en estas cuevas.... Declaró Aniram, ajustándose el arco, a la esppalda, así como sus puñales y su espada.
-Vamos amigo, larguémonos de este lugar maldito...
El lobo emitió un suave aullido. Ella supuso que sería de aprobación.
-Enga... aligerando.
Ambos. Semielfa y lobo emprendieron el descenso de la montaña en la que se habían refugiado para dormir la noche anterior.
Polgara- Soy mejor que Arkhen
- Mensajes : 103
Fecha de inscripción : 15/11/2008
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Nombre: Carmen Marina Vicálvaro Cuellar
Re: El Señor de la Guerra.
-Todo listo, señor. -se presentó el teniente de mis exploradores- Nadie podría pasar por los desiertos de Enedwaith, Eregion o Minhiriath sin que lo sepamos, al igual que el Paso del Cuerno Rojo.
-¿Estás seguro de que no podrán ser vistos?- Pregunté
-No, señor, salvo que se los buscara , y entonces los exploradores volverían a la base, tal como ordenó.
-¿Y qué hay de lsa tierras al Norte?¿Las tierras de Angmar?¿El Bosque de los Trolls?¿La Cima de los Vientos?¿Acaso no tenéis a nadie allí?
-Señor, ya no tenemos unidades que enviar, todas están concentradas en el Sur y el Este.
-¡Entonces ve tu mismo, rata asquerosa, y lleva si es necesario al capitán de los huargos, pero quiero esos malditos pasos VIGILADOS DíA Y NOCHE!¡Especialmente la Cima de los Vientos!
-Sí, señor, parto enseguida.-dijo el orco, tembloroso, mientras hacía una reverencia y se alejaba
-Espera, saco de excremento, y contesta a esto antes. ¿Se sabe algo de los Nazgûl?
-No, señor, pero hay quien dice que los ha visto pasando por Isengard hace dos días.
-Bien. Ahora VETE, antes de que me gane el impulso de tirarte a los huargos.
El teniente, espantado, se alejó haciendo reverencias.
Minutos mas tarde, ese mismo orco se paseaba entre los uruks, vociferando.
-¡Perros sarnosos!¿¡Dicen que la última partida de huargos salió hace media hora!?¡Encontrad a alguien, entonces, alimañas apestosas, antes de que os saque las tripas y me de un festín con vuestra sangre!
Al cabo de una hora, el teniente contaba con dos exploradores y tres huargos, que habían vuelto de Eregion. Partió con ellos hacia el Norte, dispuesto a vigilar la Cima de los Vientos y el Camino Verde.
Llegó allí tras un día y medio de viaje.
Al cabo de un rato
-¿Estás seguro de que no podrán ser vistos?- Pregunté
-No, señor, salvo que se los buscara , y entonces los exploradores volverían a la base, tal como ordenó.
-¿Y qué hay de lsa tierras al Norte?¿Las tierras de Angmar?¿El Bosque de los Trolls?¿La Cima de los Vientos?¿Acaso no tenéis a nadie allí?
-Señor, ya no tenemos unidades que enviar, todas están concentradas en el Sur y el Este.
-¡Entonces ve tu mismo, rata asquerosa, y lleva si es necesario al capitán de los huargos, pero quiero esos malditos pasos VIGILADOS DíA Y NOCHE!¡Especialmente la Cima de los Vientos!
-Sí, señor, parto enseguida.-dijo el orco, tembloroso, mientras hacía una reverencia y se alejaba
-Espera, saco de excremento, y contesta a esto antes. ¿Se sabe algo de los Nazgûl?
-No, señor, pero hay quien dice que los ha visto pasando por Isengard hace dos días.
-Bien. Ahora VETE, antes de que me gane el impulso de tirarte a los huargos.
El teniente, espantado, se alejó haciendo reverencias.
Minutos mas tarde, ese mismo orco se paseaba entre los uruks, vociferando.
-¡Perros sarnosos!¿¡Dicen que la última partida de huargos salió hace media hora!?¡Encontrad a alguien, entonces, alimañas apestosas, antes de que os saque las tripas y me de un festín con vuestra sangre!
Al cabo de una hora, el teniente contaba con dos exploradores y tres huargos, que habían vuelto de Eregion. Partió con ellos hacia el Norte, dispuesto a vigilar la Cima de los Vientos y el Camino Verde.
Llegó allí tras un día y medio de viaje.
Al cabo de un rato
The King of Thieves- Perrazo nivel 1: no le tengas respeto
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